La historia siempre ha tenido el mismo patrón: cuando aparece una tecnología superior, termina desplazando a los sistemas que ya no responden a las necesidades de la gente. Sin pedir permiso. Sin esperar validación. Simplemente… funciona mejor.

Primero dijeron que el internet no iba a servir.

Luego que el #email no era serio.

Después que #Uber era una moda pasajera.

Hoy dicen que #bitcoin “no va a funcionar”.

El punto es que la adopción nunca depende de la opinión de quienes representan el modelo que está quedándose atrás. Depende de los usuarios, de la experiencia y del valor real que entregan las nuevas tecnologías.

Lo que hace a #Bitcoin distinto no es solo eficiencia o costos. Es que introduce conceptos inéditos en la historia del dinero: escasez verificable, soberanía individual, resistencia a la censura y liquidación global sin intermediarios. Cuando alguien vive por primera vez la experiencia de la autocustodia y un pago transfronterizo que liquida en minutos… volver al sistema tradicional se siente como regresar a las velas después de conocer la electricidad.

La tecnología que resuelve mejor el problema, tarde o temprano, siempre termina ganando.

$BTC