El mundo financiero tiene los ojos puestos en el edificio del Banco de Japón (BoJ). Con la reunión de política monetaria programada para mañana, 19 de diciembre, los mercados de criptoactivos han comenzado a mostrar signos de fatiga. La posible subida de los tipos de interés al 0.75% no es solo una cifra macroeconómica; es el detonante del desmantelamiento del yen carry trade, una de las mayores fuentes de liquidez para activos de riesgo como Bitcoin.
El fin del dinero barato: ¿Qué es el Yen Carry Trade?
Durante años, los inversores han aprovechado los tipos de interés casi nulos de Japón para pedir prestado en yenes e invertir ese capital en activos de alto rendimiento, incluyendo criptomonedas.
Con el aumento de tipos del BoJ y la reciente caída del par USD/JPY hacia los 150 yenes, este arbitraje deja de ser rentable. El resultado es una liquidación forzada: para devolver sus deudas en un yen que se fortalece, los grandes fondos deben vender sus posiciones en criptoactivos, inyectando una presión bajista masiva en el mercado.
Reacción de los principales criptoactivos nipones.
Aunque todo el mercado siente el impacto, tres activos específicos están en el centro del huracán debido a su conexión directa con el ecosistema financiero japonés:
1. Bitcoin (BTC): El barómetro de liquidez
Bitcoin ha actuado históricamente como la primera ficha de dominó en caer ante las decisiones del BoJ. En lo que va de diciembre de 2025, BTC ya ha experimentado una corrección cercana al 6.6%, retrocediendo desde sus máximos. Si la subida de tipos se confirma mañana, los analistas sugieren que el soporte de los $85,000 podría verse comprometido por una salida masiva de capital institucional.
2. XRP (XRP): Entre la adopción y la volatilidad
XRP es, quizás, el criptoactivo más vinculado a Japón. Con el gigante SBI Holdings integrando XRP en los beneficios para sus accionistas para 2025 y más de 60 bancos japoneses utilizando la tecnología de Ripple, XRP se enfrenta a una paradoja:
A corto plazo: Sufre la volatilidad del mercado de divisas nipón. El sentimiento social ha caído a niveles de "miedo profundo" según datos de Santiment.
A largo plazo: La claridad regulatoria de la FSA (Agencia de Servicios Financieros) y su uso real en pagos transfronterizos en Asia mantienen una base de soporte sólida.
3. JasmyCoin (JASMY): El refugio local
Conocida como la criptomoneda nacional de Japón, JASMY suele reflejar el sentimiento del inversor minorista local. Ante la incertidumbre del BoJ, es probable que veamos una migración de inversores minoristas hacia el efectivo (Yen) para proteger sus ahorros antes de la reforma fiscal de 2026, que promete reducir el impuesto cripto al 20%.
Conclusión: ¿Oportunidad o Catástrofe?
A pesar de la turbulencia inmediata, 2025 marca un año de maduración para Japón. La transición de las criptomonedas de la Ley de Servicios de Pago a la Ley de Instrumentos Financieros y Bolsa está atrayendo a inversores tradicionales que antes temían la volatilidad.
Si el mercado sobrevive al Shock del Yen de este mes, la nueva estructura fiscal y la estabilidad del yen podrían convertir a Japón en el hub cripto más sólido de 2026.
Advertencia de Riesgo: La volatilidad podría aumentar drásticamente durante las próximas 48 horas. Se recomienda precaución en el uso de apalancamiento.


